domingo, 3 de febrero de 2013

Lecciones

Aquí y allá. Nunca se aleja. Llega de repente, como una llovizna, quizá como un aguacero o como un rayo que precede al trueno.
Mil, dos mil, yo creo que hasta tres mil veces me he preguntado por qué a mi. Aún no encuentro la respuesta.
Siempre en mi mente, aún en el día más soleado, existe una tormenta. Cada mañana despierto deseando poder acabar con ella, pero conforme avanza el segundero de mi reloj de pulso, termino cediendo y cayendo en la resignación, aceptando que jamás podré destruirla.
Bueno, he llegado a la conclusión de que tengo mucha suerte porque me eligió a mí, pues al fin y al cabo, siempre me deja un lección. Hoy me enseño lo que es la vida.
¿Qué es la vida?
Me dijo que no era más que un momento brusco que no deja de girar, que a veces te lleva al abismo, otras más a un torbellino de agua, al ojo de un huracán o al final de un tornado. No importa a dónde, pues al final, después de un golpe bajo y de una lección aprendida nos pone en tierra firme. Sanos y salvos.
Me dijo que tengo que disfrutarla, pues a pesar de todo, siempre nos regalará un motivo para sonreír.

martes, 20 de noviembre de 2012

Hundiendo tristezas...



Sumerjo la cabeza en aquella tina de agua helada. Se despiertan mis sentidos.

Mi propósito es olvidar hasta el más mínimo detalle de aquella tormenta, pero como una paradoja, se intensifica el recuerdo.
Es como una especie de ritual en el que yo soy el sacrificio. Solo puedo sentir el rozar de las ásperas cuerdas que rodean mis manos, puedo sentir como hieren mi piel al ascender por mis brazos y como se encuentran los extremos en mi cuello para ahogar el grito desesperado que estaba apunto de arrojar y que ahora se atora en mi garganta y concluye como un hueco en el estomago.
Me incorporo y acerco mi cara al cristal de una ventana; miro hacia afuera, ahí en donde nada parece importar, y soy afortunado al notar caer, entre la oscuridad, una de las primeras gotas de una tormenta gigante . Cierro mis ojos un instante y cuando los abro de nuevo, el espectáculo ha cambiado: miles de balas de agua golpean el vidrio y producen un sonido perturbador que alegra y molesta a mis oídos al mismo tiempo. Exijo a mi mente ignorarlo pero es imposible pues el constante golpeteo lo ha hecho rítmico y adictivo. No me queda opción, así que tomo un candelabro y lo aviento contra la noche. Un sonido estrepitoso acaba con aquella melodía que comenzaba a dañarme .
El viento helado choca contra mi cara y congela cada gota que resbala sobre mi mejilla. Estoy calado hasta los huesos y cada vello de mi piel esta erizado. Creo que esta sensación me agrada. Ahora me siento bien.

Entonces dos manos me toman de mi desnudo torso y sacan mi cuerpo de la bañera, puedo aún sentir mi cabello empapado que cubre mis párpados. Mi cuerpo está tendido sobre el suelo y...gritos, muchos gritos.

jueves, 30 de agosto de 2012

Infeliz felicidad

¿Por qué sonreír cuándo se llora por dentro? ¿Justo ahora es necesario sonreír? ¿Por qué?
No encuentro ningún error cometido por el hecho de sentirse mal. Aquí y allá el dolor no se irá. Siempre conmigo, incondicional. 
Quizá sea una más de esas veces en que no todo marcha bien, quizá es hora de poner a prueba que tanto he "crecido" y si en verdad he aprendido a ver la vida de la manera en que debe verse. Es hora de demostrar que puedo sobrellevarlo y que puedo... ¿seguir?

No ha habido día (ni habrá) en que no mire a mi alrededor y comience a formularme preguntas que para muchos parecerán estúpidas pero para mi representan encontrar un motivo. Pasa un tiempo indefinido hasta que comienzo a caer en el abismo de una interrogante y cuando estoy a punto de golpear contra el piso, de repente, estoy de vuelta sin saber que diablos sucedió. Es entonces cuando descubro que todo sigue igual, tal y como cuando me asomé y perdí el control, para luego, comenzar a caer.

¿Es necesario ser infeliz para ser feliz? 
Me agrada caer entre éstas letras. Quizá cuando encuentre la respuesta a ésta sea momento de comenzar a buscar una pregunta más alta; pues suelo disfrutar mi de ausencia al momento de caer. 

domingo, 24 de junio de 2012

Diálogos con La muerte


Escribí esto cuando estaba en el segundo año de la prepa para un concurso al que nunca entré. Espero les agrade.

Diálogos con La muerte
              No encuentro una explicación a esto que estoy sintiendo. Es extraño. Demasiado extraño.  Sé que estoy triste,  pero no sé por qué. Sé que amo, pero no sé a quién. Sé que estoy lejos,  pero no sé de dónde.
            La última imagen que tengo en mi mente es la de  mi madre llorando y mi padre abrazándola.  Cuando mis ojos captaron aquella escena, una soledad acompañada de tranquilidad entró en mi cuerpo. Estaba agotado. Más tarde mis párpados me vencieron y cerré los ojos. No supe que lapso de tiempo pasó antes de despertar  en aquél lugar tan desconocido para mí, como  es tan desconocido el mundo para un niño que acaba de nacer.                                              
            Era una especie de bosque. Estaba vacío y tan silencioso que hubiera podido escucharse el sonido de un alfiler al caer. Predominaba un olor a hierba marchita; los árboles estaban casi secos, permitiendo que sus ramas distinguieran miles de bifurcaciones. Una ola de frio penetró en mi cuerpo y me caló los huesos. Justo cuando echaba una mirada panorámica, los vellos de mis brazos se erizaron. Cuando volteé al lado contrario pude ver la silueta de alguien. Me estremecí. Aquella forma me aceleró el corazón, pero una fuerza extraña me impulsó a acercarme. Cuando estuve cerca me percaté de que era una mujer de espaldas, noté sus ropas blancas y su larga cabellera.  El ambiente se tensó y me torné de un estado de duda a uno de temor. Envuelto en una capa de miedo, pregunte:
            -¿Dónde estoy?- Un hormigueo recorrió cada rincón de mi delgado cuerpo. Aquél humano, si es que lo era, no respondió.
            Repetí mi pregunta. Esta vez estaba más ansioso que asustado.
           -¿Dónde estoy?- el tono de mi voz delató mi inseguridad, pero dio a notar mi impaciencia por obtener una respuesta.
            Pasó un tiempo indefinido. Las aves emitieron un sonido que perturbó mis oídos, el viento rompió algunas ramas y una helada brisa movió las hojas secas del suelo. Por fin obtuve una respuesta.
            -Nadie recibe dos oportunidades- la voz de aquella mujer era extraña, aunque al escucharla me sentí hipnotizado-; piensa bien lo que elegirás- se levantó y me impuso ante su magna belleza.
            -¿Qué?- pregunté -no entiendo nada de lo que me habla-Esta vez estaba más desesperado por escuchar la voz que por obtener respuesta.
            -Te encuentras a menos de un instante de morir- la forma de decirme aquello fue lúgubre-. Yo soy La muerte- aquél ser levantó la mano e hizo una reverencia.
            Al escuchar las últimas dos palabras me paralicé. Mi alargado rostro palideció. Luego le lancé una mirada incrédula y lleno de terror pregunte:
            -¿Qué es lo que tengo que elegir? -bajé la cabeza- ¿En verdad eres quien dices ser?
            -¡Quiero que mires esto!- la mujer se acercó y tomó mi mano. Una nueva sensación me atacó. De pronto me sentí como en un sueño; aunque dudé si puedes soñar mientras sueñas;  porque para mí todo lo que acababa de suceder no era más que eso, un simple sueño. De pronto vi la película de lo que fue mi último fragmento de vida y supe porque me encontraba en ese lugar tan gris:
           …Corría huyendo de unos ladrones. Calles atrás, habían intentado quitarme mis cosas, sin embargo me opuse y logré huir. Doblé en la esquina más próxima intentando deshacerme de ellos, pero me encontré con algo totalmente inesperado: el cañón de una pistola.
     -Alto, les daré todo- dije. Inexplicablemente habían logrado burlarme.
  -Ya no queremos tus cosas- aquella voz tenía sed de venganza-, lo que queremos es acabar contigo- otros dos hombres me tomaron  de mis brazos y quedé indefenso.
             La angustia se adhirió a mí ser y comencé a sudar.  Antes de poder rehusarme se escuchó un disparó. No me dio dolor alguno; más bien sentí un profundo calor que abrazaba mi estómago. Todo fue absolutamente rápido que no me dio tiempo de gritar. En una fracción de segundo me encontraba en un cuarto blanco: era el hospital…
            En menos de un pestañeo estaba de nuevo en aquél tétrico lugar. Mis ojos no daban crédito a lo que acaba de ver.
            -Ahora lo entiendes todo- me dijo La muerte-. Te he dado la oportunidad de elegir. Puedes morir o vivir- Hizo énfasis en la última oración.
            -No lo entiendo- declaré-. ¡Por supuesto que quiero vivir!
            -Recuerda que todo tiene un precio- me contestó-. No es tan sencillo.
            -¿Precio?-   dudé. Aquella situación me intrigaba; por un momento me sentí al borde de la locura. No era posible que esto fuera real. Después de un instante de silencio continué:
-Está bien, ¿Cuál es el precio?
            -Mi designio es llevar a alguien conmigo- contestó -. Las cosas que quieras en la vida, se obtienen con esfuerzo y tal vez con algunos sacrificios. La muerte es diferente, no importa lo que hagas, si el destino lo escribió, el mismo destino lo ejecutará. Soy una fiel servidora de él- hizo una pausa, y continuó-; sí quieres vivir, alguien a quién amas se irá conmigo, en cambio, sí eliges morir, solo sufrirá por tu partida.
            No supe que responder. Cualquiera hubiera decidido morir, pero yo dudé. Pensé en que tenía que dar mucho más de lo que ya había dado. No sabía quién se iría, pero fuera quién fuera no me importaba; lo único que me interesaba en ese momento era poder vivir. Reflexioné. Llegué a la conclusión de que algo tuvo que sucederme en el pasado, pues no creo que me hubieran elegido al azar para pasar una prueba así. Pensé un poco más y pregunte:
            -¿Por qué a mí?- el tono de mi voz hizo que aquella pregunta pudiera interpretarse como un reclamo.
            -Efectivamente, tal y como supones, te elegí por algo que sucedió en tu pasado- se defendió La muerte.
            Pude descubrir que la encargada de mi desdicha  podía saber todo lo que pasaba por mi mente. Estuve a punto de resolver que quería vivir, pero ella dijo algo más y me interrumpió:
      -Antes de que elijas, quiero decir algo: El verdadero amor hacia una persona se demuestra cuando somos capaces de dar todo por ella. No importa lo que haya sucedido en el pasado. El rencor no existe entre dos personas que se aman- antes de decir su última frase, alzó la voz-. Todas las personas que te aman, darían su vida por ti.
            Inmediatamente supe que se refería a mi madre. Fue en el pasado cuando me peleé con ella. Aquella discusión había ocasionado que nos distanciáramos por más de cinco años, sin embargo, cuando entré a la universidad supe que estaba en un gran error y corrí a pedirle perdón; ambos nos disculpamos e intentamos llevar un futura buena relación.
            -El perdón es un sentimiento que solo existe en  las personas que son felices, que se aman a sí mismas y  que aman a los demás- me dijo  La muerte y me sonrió-. Ahora, ¡es tiempo de que elijas!- me apresuró.
            En ese momento se esfumó la duda. Estaba totalmente seguro de mi respuesta.
            Una fuerte ráfaga de aire sacudió el esqueleto de los árboles y terminó por limpiar el terreno de aquellas hojas muertas. Comenzó a llover; por un momento supe que aquellas nubes negras lloraban de tristeza porque un ser invaluable partía del mundo terrenal hacia un mundo espiritual. En ese instante expulsé de mi cuerpo todo lo mundano. Me sentí liberado y satisfecho conmigo mismo. Descubrí que La muerte era un ser bueno y que se había portado como toda una amiga.
            -Creo que pocos tienen el privilegio de conocerte en persona antes de partir a tu lecho- le dije.
            -Ciertamente- me respondió a la vez que me estrechaba su mano.
            -Es hora de irnos- supe que esas serían mis últimas palabras. Di un suspiro y le agradecí con una inclinación de cabeza.
Una enorme paz atravesó mi alma. Entendí que en aquél frío hospital estarían llorando por mi partida, por un instante me sentí nostálgico, aunque me reconforté al saber que el cielo solo sería un lugar de descanso y que mi nuevo hogar sería en el corazón de todos los seres que me amaban.
            Estaba listo. La muerte se acercó y me envolvió en su velo. Sería un viaje largo, así que me puse cómodo. Pronto arribaría a la próxima estación: El eterno descanso.                  



viernes, 6 de abril de 2012

A pesar de todo, siempre estaré ahí.

Waste by Foster The People



Siempre he pensado que la música es el mejor medio para expresar lo que queremos o sentimos. Últimamante no dejo de escuchar "Waste" de Foster The People, una excelente banda.
La canción tiene un tono melancolico, y nos brinda una genial forma de decirle a alguien que a pesar de saber que está mal, destrozado o enfermo, tenemos toda nuestra fe en esa persona, porque sabemos que saldrá adelante y que, además, siempre estaremos ahí, para sostener su mano.

Aquí abajo les dejo la letra traducida para que la interpreten.


sábado, 14 de enero de 2012

Foster The People, más que una nueva banda.

El año pasado, mientras descansaba de un exhaustivo estudio , escuché por primera vez una canción que estaba causando impacto en la radio... Me agradó mucho y pronto se convirtió en las que más reproducciones tendría  en mi teléfono. La canción "Pumped Up Kicks", tiene un ritmo increíblemente adictivo que te hace tararearla todo el día, sin embargo, al buscar la letra, descubrí que, en contraste con el ritmo, la lírica tiene un aspecto sombrío y además se presta a distintas interpretaciones.
Esto me llevó a buscar más sobre la banda y a encontrarme con "Torches",  uno de los pocos albums que merecen ser escuchados de principio a fin. Dense la oportunidad de escucharlo, pues en verdad vale la pena. Dejo un poco de información de la banda y el album y además, el vídeo de "Call it what you want", canción que da nombre a este blog. Disfrutenlo.

La banda de indie surge en Los Ángeles, California en el año  2009 y está formada por tres integrantes: Mark Foster, Cubbie Fink y Mark Pontius. Su primer primer EP constó de tres canciones, que más tarde serían incluidas en su primer LP.

Titulo: Torches 
Año: 2011
 Lista de rolas:
1. Helena Beat
2. Pumped Up Kicks
3. Call it what you want
4. Don't stop (Color on the walls)
5. Waste
6. I would do anything for you
7. Houdini
8. Life on the Nickel
9. Miss you
10. Warrant

"Call it what you want" es la canción que da nombre a este blog. Chequen la letra y reflexionen. Espero les guste